(FONÉTICA DE LA TE)
Tic Tac, Tic Tac ... Sonaban como sonido de reloj, las pisadas de Tico y Taco, en la escalera de viejas tablas.
Tico y taco eran dos bellos pájaros tucanes de colores firmes y elegantes.
La tía tete le dijo a Taco -¿tienes un poco de tiempo para Tico?
Taco tartamudeando de la sorpresa le dijo -Te te te te te si, si lo tengo.
Y emocionado del parloteo, Tico tumbo una tetera sobre la escalera, llamando la atención de la tía Tete.
La Tía Tete, tomando la tetera le dijo -¿quieres tomar té, volando con la tetera?
Tico, le contesto a la tía Tete: -No. Esto sería un té volador. Pero tía Tete, te quiero. Tengo ganas de estudiar en la secundaria que esta enfrente de tu casa.
Taco, como un trueno le contesto: -tía Tete, te quiero yo también, y yo te pido que no nos tomes en cuenta tantas torpezas que tenemos. ¿Verdad que si Tico?
Y Tico y Taco a una voz trinaron: ¡Te queremos tía Tete! y rieron con tremenda risa.
Taco le dijo a la tía Tete – ¿Qué tiempo quieres que te dé, para Tico? porque yo quiero ponerlo en el reloj como cucú y que dé las horas con un Tuc, Tuc a ritmo de del Tic Tac; fuerte con su pico de altavoz y se esconda en el reloj- y tico retumbo su voz y reclamó –No tendrás esa suerte, no podrás perderme en el tiempo del reloj.
La tía Tete les dijo que les quería contar un cuento. así que les dijo que hace mucho pero mucho tiempo, alguien creo el tiempo junto al espacio y la luz, materia y energía; pero un día el tiempo se entero que un día, en un tiempo, el moriría, que la muerte habría de venir por él. Así que, el tiempo, se dijo, he de irme al infinito y pondré un punto final a la muerte. Inicio un viaje al infinito. La muerte se dijo ¡oh tiempo! Allí te estoy esperando, al principio del infinito: ¡ahí es la cita que tengo contigo! Y la muerte alcanzo al tiempo y murió. Las caras de tico y taco estaban tristes y en sus ojos se veía la tristeza a lo cual les dijo la tía Tete, continuo el cuento: - De pronto una luz fuerte, muy fuerte, ilumino a la muerte y al cadáver del tiempo y le dijo a la muerte que el había ya pagado porque todos tuvieran vida en la eternidad. que Él la había vencido y por ello, ella era la que debía de morir, porque Él había resucitado y resucitaría a todos, y al tiempo también para que pudiera medir la eternidad. Su medir no seria el medir el segundo, la hora, el día… sino el contar el tiempo del infinito; y, en el infinito sólo se cuenta una unidad: La eternidad.
Taco y Tico dieron un tremendo viva y carcajadas, y dijeron –tomaremos té, en las tasas del juego de té, de la tía tete y no volaremos las tasas.
Y así fue, y colorin colorado este tiempo se ha terminado, perdón este cuento se ha terminado.
